Cuando pensamos en el invierno y en un hogar cálido, no podemos dejar de imaginarnos pegados a una chimenea.
En los pisos, como es lógico, no podemos disponer de nuestra propia chimenea de obra pero, ¿por qué no optar por una chimenea eléctrica? La chimeneas eléctricas no son ni más ni menos que una especie de radiador eléctrico que imita el efecto visual de la madera quemándose.

   En el mercado hay muchísimos modelos de chimeneas eléctricas, de distintos precios, calidades, formas y materiales, ideales para estancias modernas, salones y espacios familiares. Es una idea decorativa perfecta para espacios “cool”. La gracia de una chimenea de este tipo es que imitan la llama y el fuego de una chimenea convencional, por lo que este aspecto estético es fundamental en la compra de una chimenea eléctrica.
Lo que sí debes tener en cuenta, es que una chimenea eléctrica debe ser utilizada como un elemento de apoyo a otra fuente de calor.

   ¿Dónde lo vamos a colocar? La chimeneas eléctricas pueden colocarse en múltiples espacios: se pueden colgar en la pared, apoyarse en el suelo o incluso incrustarse en un hueco creado para ello.
Antes de acabar, necesito aclararte una cosa: aunque una chimenea eléctrica visualmente es igual a una chimenea de obra, la chimenea eléctrica es mucho más limpia; es decir, no necesitas recoger el humo ni mantener siempre cerrada la misma para que el humo no ensucie las paredes. A parte, ten en cuenta que una chimenea eléctrica no necesita ningún tubo de extracción de humos, ni sistema de ventilación.

   Por lo tanto, una chimenea eléctrica es una buenísima opción cuando buscas elegancia y calidez en una estancia de tu casa. Si tuviera que quedarme con las principales ventajas de ésta diría que son: seguridad, limpieza, fácil instalación y modernidad.

   En Chimeneas RDI disponemos de una completa exposición y venta de chimeneas eléctricas. Si necesitas asesoramiento, pregúntanos desde aquí.